Por muy extraño que nos resulte,
la mayoría de los habitantes del planeta son bilingües o plurilingües, a pesar
de que menos de un cuarto de los actuales países del mundo lo sean oficialmente.
La aptitud especial para aprender
idiomas diferentes no tiene siempre relación directa con lo que llamaríamos inteligencia general. No todas las
personas inteligentes tienen la capacidad de aprender idiomas, ni todos los que
tienen gran facilidad para los idiomas se destacan en otras áreas que abarca el
concepto de inteligencia.
Se ha aventurado que el talento
para aprender lenguas está asociado a una organización neurológica algo
distinta, como los zurdos o la organización cerebral bilateral. Lo que sí está
comprobado es que se necesitan habilidades como la memoria asociativa, un
rápido dominio de nuevos códigos (o sea, descubrir regularidades y relaciones
entre las palabras) o un buen oído para las claves fonéticas.
¿Cuáles son tus habilidades? Carmen
Muñoz publicó en su libro Aprender idiomas, (Paidós, Barcelona, 2002)
unos ejercicios para conocer la aptitud individual para los idiomas. Aquí van:
Primer ejercicio:
Paso 1: Tratemos de memorizar en tres
minutos las palabras siguientes que corresponden a una lengua extranjera.
leka jugar
tinga encargar
gredelin lila
gnola canturrear
köping pueblo
tillgjord amanerado
knäcka romper
löpa correr
dolsk insidioso
tjocklek gordura
fattigdom pobreza
körsbär cereza
Paso 2: después de memorizar las palabras
anteriores, unamos cada palabra con su equivalente correcto en español,
escogiendo una de las cuatro opciones:
a.tjocklek
- jugar - gordura - pueblo - pobreza
b.knäcka
c.gredelin
- insidioso -amanerado
- lila -cereza
d.gnola
- canturrear -romper
-cereza -encargar
e.löpa
-cereza - lila -jugar - correr
f.leka
- jugar - amanerado -pueblo -insidioso
Segundo ejercicio:
Hay que descubrir cuál de las
cuatro palabras señaladas en cursiva en las frases b tiene la misma función
gramatical que la palabra que aparece en cursiva en la frase a (¡tomémonos
nuestro tiempo!):
1.a. El ejemplo ilustra la idea
de convertir la escuela y sus actividades en un contexto significativo.
1.b. Al final, aprendizaje
lingüístico e integración social constituyen una unidad que se opone a la asimilación.
2.a. Ello nos obliga a todos a
pensar de nuevo en las prioridades de los ciudadanos.
2.b. El aspecto topológico remite
a las propiedades del espacio físico de la interacción.
3.a. El duque fue enviado ante Su
Majestad para disculpar a su señor por aquel hecho de grandes consecuencias.
3.b. Nunca perdonaron al joven
ejecutivo que les abandonara para trabajar con la competencia.
Primer ejercicio: a.gordura, b.romper, c.lila,
d.canturrear, e.correr, f.jugar.
La lengua usada es el sueco y en
el test real la lista de palabras es de 24 elementos.
Segundo ejercicio: 1. unidad, 2. propiedades, 3.
trabajar
Las personas que han estudiado
más gramática o que la tienen más fresca, tienen más posibilidades de contestar
correctamente.
Si el resultado de estos tests no
fuera positivo, no te preocupes, igualmente es posible aprender a aprender
idiomas, puesto que todas las personas que han aprendido una primera lengua
pueden aprender una segunda y una tercera si planteamos el aprendizaje como una
cuestión de prioridades, dedicándole el tiempo necesario. Sin embargo, en este
proceso también inciden factores que, a priori, no podemos controlar, como el
nivel cultural de las familias o la influencia de la personalidad. Resultan muy
positivas, con relación al aprendizaje de idiomas, cualidades como la extraversión,
la alta autoestima, la alta disposición a correr riesgos, la insensibilidad al
rechazo social, la tolerancia hacia la ambigüedad y la baja ansiedad, que
surtirán efecto si van de la mano de los factores principales: la motivación y
el esfuerzo. Ello nos proporcionará, casi con total seguridad, buenos
resultados, que contribuirán a alimentar nuestra voluntad y persistencia.
Para saber más sobre la propia
motivación, les paso el siguiente test:
Señala la respuesta con que más
te identifiques en cada caso: mucho/indiferente/nada.
Mucho
|
Indiferente
|
Nada
|
|
1.Me
gusta hacer los ejercicios que me dan en la clase de idioma
|
|||
2.
Me encantaría haber nacido en el país en el que se habla el idioma o tener
amigos allí.
|
|||
3.
Si aprendo bien un idioma, tendré mayores posibilidades de encontrar un buen
trabajo.
|
|||
4.
Siempre la pasé bien en las clases de idiomas.
|
|||
5.
Los hablantes nativos del idioma no me caen bien y no me gustaría que me
confundiesen con uno de ellos.
|
|||
6.
Cuando saco buenas notas o el profesor me felicita en clase, aumenta mi
interés por aprender la lengua.
|
|||
7.
Un posible ascenso en mi trabajo depende de mi dominio del idioma.
|
|||
8.Cuando vi lo difícil que es aprender el idioma, me desmotivé mucho,
|
|||
9.
Me satisface enormemente poder comunicarme en el idioma extranjero en la vida
real.
|
|||
10.
Necesito este idioma para mis estudios.
|
|||
11.
Admiro la cultura (la literatura, el cine, la música) que se ha creado en
este idioma.
|
|||
12. Mi interés aumenta si me dan alguna compensación o
algún premio cuando obtengo buenos resultados.
|
Respuestas:
*Si la respuesta es Mucho en las
preguntas 1, 4 y 9: tenés una motivación envidiable y seguramente llegarás muy
lejos en el aprendizaje. Tu motivación es de tipo intrínseco: gozas con las actividades que el aprendizaje comporta y
no necesitas que te refuercen o premien por tu conducta.
*Si la respuesta es Mucho en las
preguntas 6 y 8: puedes tener una gran motivación en ciertos momentos, pero es
inestable y puede desaparecer ante un resultado flojo. Tu motivación es de tipo
resultativo: se alimenta con los
triunfos y se resquebraja con los fracasos.
*Si la respuesta es Mucho en las
preguntas 2 y 11 y Nada en la 5: tenés una actitud frente a los hablantes
nativos que puede ayudarte mucho a motivarte a aprender. Tu motivación es de
tipo integradora: con interés genuino
por la gente y la cultura representadas por esa lengua.
*Si la respuesta es Nada en las
preguntas 2 y 11: todavía se puede tener una buena motivación para aprender el
idioma, especialmente si es extranjero, ya que no comporta la convivencia
intensa con los hablantes nativos.
*Si la respuesta es Mucho en las
preguntas 3, 7, 10 y 12: sos consciente de que te interesa aprender la lengua
para obtener unos objetivos bien determinados. Quizás no te interesa mucho el
idioma en sí y esto puede ser perjudicial en algún momento. Tu motivación es de
tipo instrumental: se sostiene por
incentivos externos. Pero si además contestaste positivamente a alguna de las
frases 1, 4 y 9, no hay problema, porque se conjugan intereses internos y externos y podés llegar
muy lejos.
* Si tus respuestas no se agrupan
de ninguna de las maneras anteriores, tal vez no tengas un perfil de motivación
claro. En ese caso hay que analizar qué tendencia se muestra más fuerte en tus
respuestas.
Todas las personas tienen un
estilo más o menos determinado de aprender un idioma, en el que influyen
ciertas habilidades junto a la personalidad. Sin embargo, cuando nos
enfrentamos a ciertas tareas específicas ponemos en marcha unos mecanismos de
aprendizaje u otros, unas estrategias de muy diversa índole (cognitivas, de
memoria, de compensación, metacognitivas, afectivas o sociales) que facilitan
el cumplimiento de nuestro objetivo. A éstas habría que sumar las estrategias
de comunicación que activamos a la hora de conversar en una segunda lengua,
como pueden ser el dar un rodeo, hacer una definición de la palabra que no
encontramos o simplemente pedir abiertamente la colaboración de nuestro
interlocutor.
Más adelante hablaremos de la
cuestión de cuándo es mejor aprender un idioma y en qué contexto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario